La construcción de cenadores de madera es algo cada día más habitual, pues es un elemento de confort y también de decoración, así como de elegancia, y que, con el abaratamiento de materiales y mano de obra, está cada vez más al alcance de más bolsillos de los que parece. Un hogar con jardín, con una enorme terraza, incluso con una piscina o con todo a la vez, te permite disfrutar de distintos ambientes para diversos momentos de tu día a día sin salir de casa. Disfrutar de una velada en un cenador de madera bajo la luz de las velas puede ser una ocasión de deleite muy puntual, motivada por un aniversario, o un hecho frecuente en tu propio hogar.

Los cenadores de madera llaman siempre la atención, pues son estructuras independientes de cualquier otro edificio, como norma general, decorados bellamente y con un toque elegante, lo que hace que destaquen rápidamente. Además, suelen estar situados en los lugares más acogedores del jardín, cerca de piscinas, de barbacoas, en terrazas y también en áticos. En definitiva, en lugares propensos al ocio y al relax.

De hecho, en los últimos años, se ha puesto muy de moda el “chill out”, un estilo de música compuesto con instrumentos electrónicos que fomenta la relajación y el descanso; en todo “garito”, hotel o terraza en el que suene esta música suele haber también unos sofás amplios para relajarte oyendo este tipo de música, protegido por una pérgola o por un cenador.

Estructura de cenadores de madera

Su estructura es muy parecida a la de porches y pérgolas. Básicamente la única diferencia con los primeros es que los cenadores de madera son independientes de la vivienda, mientras que los porches son la continuación del acceso al domicilio o un anexo a este. En cuanto a la pérgola, esta no cuenta con techo, sino solo con vigas, mientras que los cenadores de madera tienen cubiertas a uno, dos, cuatro, seis o incluso ocho aguas. No obstante, hay lugares en los a los cenadores se les llama también glorietas, templetes, lonjetas, marquesinas, emparrados o incluso pérgolas.

Pueden estar construidos sobre cualquier superficie pese a que exista un desnivel en el terreno, pueden colocarse a varios metros de altura, por lo que en esos casos además se construye una escalera para el acceso y, aconsejablemente, también una barandilla. Todos conocemos los kioscos musicales, aquellos espacios en el centro de las plazas y los parques de nuestros pueblos y ciudades, desde donde nos deleitan los músicos las mañanas de domingo, de manera elegante, señoriales. Pues eso te dará una idea de lo que sería un cenador en tu jardín o ático.

El cenador puede estar levantado sobre un suelo ya existente o apoyar sus pilares o columnas sobre hormigón construido al efecto. Todo dependerá del lugar escogido. También podemos elegir instalar un suelo de tarima exterior o usar el que ya teníamos antes de la construcción de la estructura; esto suele ser más habitual porque la madera ofrece una calidez y comodidad fuera de toda duda.

¿Cuántos tipos de cenadores existen?

Podríamos decir que los hay de muchos tipos. Los más sencillos y económicos son de metal y se cubren con una tela o un plástico, pero es necesario saber que son más frágiles. Es posible, además, usar un tejado de PVC o de tela asfáltica, que es más duradero que los anteriores.

Sin embargo, el más elegante y cómodo es, desde luego, el cenador de madera, pues nos aporta un espacio cálido que se integra en el entorno del jardín de forma natural. Es bien cierto que la calidez y el acabado de la madera no tienen comparación alguna con lo que nos ofrecen otros materiales, entre otras cosas por la elegancia que esta le otorga a la construcción.

Los cenadores de madera han de ser diseñados teniendo en cuenta el emplazamiento de este, pero también el tipo de madera que se vaya a utilizar en la estructura. La idea es disponer de una estructura resistente pero que además cumpla una función estética y que no rompa el estilo del entorno en el que se va a situar.

Tipos de madera

Existen distintos tipos de madera. ¿Cuál eliges para ti? Has de tener en cuenta tanto las características de la estructura que vas a instalar como el clima del lugar, pues el cenador, recuerda, se construye a la intemperie. Evidentemente, no será igual levantar lo en el área mediterránea que en la alta montaña de Los Pirineos, o en el entorno del desierto de Mojácar (Almería) que en la lluviosa Galicia.

La madera que habitualmente se utiliza en carpintería y construcción procede de la parte del tronco que está bajo la corteza del árbol. Hay toda una completa gama de maderas en el mercado que se pueden utilizar en decoración y construcción. Con solo echar un vistazo, puedes encontrar cenadores creados a base de maderas laminadas y compactas, que disfrutan de una gran resistencia y duración, pero también podemos utilizar madera tratada con autoclave, que le confiere mayor dureza aún.

¿Y a qué nos referimos al hablar de madera tratada con autoclave? Bien, se trata de un tratamiento que se ejecuta con un equipo que provoca una reacción química de esterilización mediante vapor de agua. Este procedimiento se utiliza para proteger a la madera cuando su destino es el exterior. ¿De qué la protege? De parásitos y hongos.

Lo más normal es que la madera que se encuentre en entornos exteriores se vea más afectada por el paso del tiempo, tanto por la acción parasitaria de la carcoma, de termitas, de hongos, como por la propia lluvia o el viento. Y este método garantiza una duración superior a diez años como mínimo, por ejemplo, en maderas tropicales.

No obstante, en general, la madera usada es madera maciza, arce o pino, aunque también es posible utilizar modelos lacados en distintos colores. Existe una variada gama: europeas, como el abeto y el pino de Suecia, el pino insignia, el pino ruso, fresno, roble, tilo, sicomoro, haya vaporizada canteada o haya natural canteada; maderas americanas, como el pino Oregón, el roble americano, cerezo, el maple o el nogal; y maderas tropicales, como iroko, ipe, sipo, sapelli, mongoy, bubinga, tali, ukola o lenga.

¿Y en qué nos basamos para elegir un tipo u otro? Como decíamos antes, la decisión depende de múltiples condiciones, como qué decoración vamos a utilizar, cuál es nuestro gusto, de qué presupuesto disponemos o en qué lugar será construido el cenador.

Estilos de cenadores de madera

Respecto al estilo, podemos encontrarnos con cenadores de madera más clásicos, sobrios, tropicales, de diseño, con forma circular, orientales, etcétera. En realidad, tantos como imaginación tenga el constructor y gusto el cliente. Y en este punto, tenemos que decir que el estilo no es solo la forma en la que el cenador esté construido, sino también cómo se decora; es fundamental guardar una estética homogénea, teniendo en cuenta el diseño al completo. Si es necesario, pueden colocarse estanques de agua, muebles, adornos de piedra, pero siempre intentando que todo configure una armonía para disfrutar de un acabado equilibrado.

Tras la conclusión de la construcción del cenador, tenemos que decorarlo. Podemos usar enredaderas u otro tipo de plantas trepadoras, que dan una apariencia natural y transmiten frescor. Puedes usar canastas con flores, incluso hiedra para proveer de sombra. Aunque en el mercado existen muchos otros arreglos artificiales, como rollos de brezo, sin olvidar el mobiliario y la instalación eléctrica, que permite usar a cualquier hora el cenador.

Cenadores de madera para piscinas

Hay algunos tipos de cenadores de madera más concretos. En viviendas con piscina, a veces, construyen este tipo de cubiertas para proteger la piscina y a sus moradores de las condiciones meteorológicas adversas. Existen dos tipos, aquellos que cubren la piscina en su totalidad o aquellos que lo hacen parcialmente, aparte de aquellos cenadores de madera que están junto a la piscina y no sobre ella.

El techo puede ser de diferentes materiales, desde la propia madera hasta de lona o tejas, pero si cubre la piscina en su totalidad, a veces lo que se utilizan son techos movibles o de un material que permita el paso de la luz natural.

Por otro lado, los cenadores de madera se pueden reconvertir con el tiempo para ser utilizados como casetas. Se consigue tan solo cerrándolo con algún tipo de delimitador, que pueden ser cortinas, mosquiteras, hasta algo más duradero, como celosías.

Mantenimiento de cenadores de madera

En cuanto al trabajo para que permanezca en buen estado, como sucede con los suelos de madera, es necesario llevar a cabo un mantenimiento del material, es decir, de la madera. Es importante aplicar aceites para protegerla de la humedad, también del ataque de insectos y, por supuesto, de la decoloración inherente a la exposición al sol. Por ejemplo, en el caso de la madera de abeto laminado, los fabricantes de los aceites de protección para madera más utilizados suelen recomendar un mantenimiento cada siete años, es decir, no es nada engorroso de mantener. Pero, insistimos, dependerá del lugar, de cuánto llueve, si hace mucho o poco sol; lo mejor es preguntar a quien te lo construye o en la tienda donde compres la madera.

Datos técnicos

Para aficionados a los datos más técnicos, os indicamos unas curiosidades. Es necesario tener en cuenta cuánta humedad contiene la madera, pues el agua forma parte de la madera y, por tanto, es una humedad intrínseca que no se irá; o puede estar en las células y evaporarse cuando la madera se seque. Y es interesante saberlo porque este material intercambia vapor con el ambiente en todo momento, y si esa humedad del interior cambia, la madera modifica su densidad y sus dimensiones, esto es importante tenerlo en cuenta. Hay madera más higroscópica, lo que quiere decir que son más estables.

También debemos contar con la dilatación a la hora construir un cenador de madera, pues la madera se hincha cuando se moja y con la evaporación, todo lo contrario, pierde dimensiones. Las modificaciones de temperatura y humedad hacen que dilate, esto, a veces, provoca fisuras; en algunas zonas geográficas los cambios en la meteorología son más bruscos, por lo que las fisuras son más evidentes, pero no suponen ningún tipo de riesgo.

Y, cómo no, hay que tener en cuenta que la madera arde. Muchas personas creen que es uno de los materiales con mayor riesgo porque es cierto que la madera conduce el fuego con rapidez. Pero existe una variada gama de pinturas y productos ignífugos que impiden que la madera arda. Y, si no se moja, no dará problemas en materia de electricidad, pues la madera seca no es conductora.

¿Cómo construir un cenador de madera?

¿Es posible construir uno mismo un cenador de madera? Es posible. Claro está que, con la adecuada intervención de profesionales, la estructura seguramente quedará rematada adecuadamente, pero tú mismo puedes hacer un cenador sencillo. Puede parecer un poco complicado, pero en realidad es bastante simple de conseguir.

Y para hacerlo, ¿qué necesitarás? Cualquier establecimiento del sector te puede facilitar los materiales: unos listones de madera de pino, mejor macizos; unas lamas de madera, también de pino, para el tejado; unas bases de piedra; y los herrajes y las piezas de fijación al suelo adecuados, que también puedes comprar en una tienda especializada.

Lo primero que hay que hacer es construir cuatro bases, que servirán para instalar sobre ellas los cuatro postes que sostendrá el tejado del cenador. Una vez puestas las bases y sobre ellas los postes, uniremos estos con unos travesaños, para después colocar cuatro vigas –se sujetan a los postes con tornillos y arandelas– que luego se cubren con unas lamas de madera. Y ya tenemos el cenador de madera.

Ahora solo necesitamos aplicarle un barniz para la protección de toda la estructura. Ten en cuenta que en zonas geográficas donde el sol pegue fuerte o donde la lluvia sea frecuente e intensa, es mejor aplicar hasta tres manos de barniz, con el objetivo de que la madera acabe con la mejor protección posible.

¿Y qué resultado tendremos? Un cenador de madera que ofrece espacio protegido, un espacio íntimo, donde disfrutar con la familia y los amigos de cenas, encuentros o reuniones sin peligro de soportar viento o una repentina lluvia.

Visita nuestros página de cenadores de madera