Son protagonistas en muchas películas. ¡Siempre ocurre algo en el porche! No digamos si son porches acristalados. Los hemos visto como escenarios mudos de grandes conversaciones y de lecturas empedernidas en una mecedora. Incluso testigos de tímidos besos. Otros cobijaron a los niños de la lluvia. Y así miles de ejemplos si

n recurrir a las películas. Forman parte de la casa y hay que sacarles todo el partido para vivirlos al máximo.

Cada vez hay más gente que decide acristalar su porche para aprovecharlos en cualquier época del año y no sean solo un lugar de paso. Dependiendo de su ubicación, de la distribución de la casa y de las necesidades se pueden hacer muchas cosas. Existen muchos tipos de porches acristalados.

TIpos de porches acristalados

Si el porche está en el acceso de la casa, al cerrarlo, se puede ganar en intimidad y seguridad. Otros, por razones de espacio, se convierten en un recibidor donde dejar los abrigos, los paraguas e incluso los zapatos. En zonas con mucha lluvia y viento protegen la puerta principal de las inclemencias.

Pero hay mucho más. Los porches acristalados se pueden disfrutar todo el año. Puedes incorporarlos al salón como un mirador, como acceso al jardín o a la piscina, jugando con la decoración. Cuando hace frío se cierran los cristales, pero se conserva intacta la vista al exterior. Si hace calor, se pueden recoger para unir o separar espacios. Lo mismo vale para el techo, si no lo tenía entero. Es una forma fácil de convertir un porche en la zona estrella de la casa sin perder el paisaje y sin que el mal tiempo limite su estancia en él. Otra ventaja reside en la seguridad y en la posibilidad de evitar visitas no deseadas.

Los porches acristalados permiten crear ambientes versátiles que se adaptan a nuestras necesidades. ¿Cómo te gustaría qué fuera el tuyo?